¿Qué hacer cuando la tristeza es protagonista y el dolor aprieta con sus dedos negros?
¿Dónde se encarama un amor cuyas velas lucían desplegadas al viento, como comiéndose el mundo?
¿Cómo se descontractura un silencio rancio que se cuela hasta los huesos?
La vida, a veces, nos pone zapatos tan apretados que hasta duele caminar. A veces nos pone montañas escarpadas y llenas de piedras que desgarran las manos al querer sortearlas.
¿Será cobardía? ¿Serán fantasmas aullando en las sombras intentando empujar hacia el abismo? ¿Será que el término "amor" resultó ser grandilocuente o pretencioso?
Porque cuando hay amor verdadero, los caminos se llenan de flores al andar, los pájaros trinan más fuerte que nunca, los senderos se allanan y dejan huellas de pasos que van a la par, el cielo ilumina día y noche, y lo superfluo
desaparece...
1 comentario:
Tan triste como real
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