jueves, 7 de octubre de 2010

CON LOS OJOS CERRADOS




Estoy sobre mi lecho extendida en total longitud, tomando conciencia de cada uno de los milímetros de mi piel. Te siento cercano a mí, como una dominante presencia que exhala suspiros en mi cuello, me sujeta al colchón y me desarma.

Mis ojos están cerrados pero sé que estás sobre mí. Tu aliento me emborracha, tu cabello me roza, tus dedos me recorren horadando mi piel, que remisamente se enciende y se quema…

No me atrevo a mover ni un solo músculo, pues ansío ser devorada con suprema lentitud, regalándote mis comarcas más ocultas y ardientes, que comienzo a descubrir desde el epicentro de mi carne y de mis emociones.

Separas mis extremidades inferiores cuidadosamente y siento cómo se abren surcos con el fuego de tus dedos sobre ellas. Un cosquilleo, que comienza siendo tenue y que aumenta en intensidad subyugante, me recorre y hace aumentar mi latir. Sin embargo, continúo con los ojos cerrados, mordiendo mi labio inferior por el placer que me provocas y reclamando más y más desde mi silencio, que ya empieza a convertirse en un leve gemido.

Siento cómo besas uno a uno los dedos de mis pies y subes con despiadada calma, deteniéndote en cada pliegue de mis piernas y en mis ingles. Mi vientre se torna fuego puro… ¡te necesito ahora! No puedo esperar más y abro los ojos…





5 comentarios:

Silvia García dijo...

I M P E C A B L E!!!!!
Besos
Silvia

SUSURU dijo...

EXQUISITO!!!!
besotes

Leny Pereiro dijo...

Una pequeña maravilla que crece al compás de tus palabras...
Bello,Patri...muy bello...

Besos!

Mario dijo...

Sugestivamente hermoso

Julia dijo...

guau!