jueves, 25 de abril de 2013

DIBUJANTE DIBUJADO


Las ideas se agolpan sin piedad. Han estado acumulándose silenciosas durante días, de forma incierta pero abrumadora. El lápiz que reposa mudo sobre el tablero palpita, deseando rebelarse y revelarse.

El caos interno atisba el momento en que será desplazado por un orden de bordes irregulares que ansía expresarse… se desborda la copa de la imaginación tantas veces vacía y el desorden inicial se convierte en una necesidad imperiosa de dejar un testimonio vivo del ser interior. Sigue vigente la lucha interna pero todo está por descubrirse.

Las líneas de grafito van tomando forma sobre el papel, primero tímidas, luego aumentando su atrevimiento. De cualquier manera, no deja de ser apenas un esbozo de lo que atesora, pues su espacio íntimo amerita desgarrar el velo y salir a la superficie. 

Pareciera que le resulta más fácil reflejar la forma exterior, los objetos cotidianos, los paisajes que todos quieren ver… que reinventarse desde adentro y reflejar la propia esencia. 

Teme su propia mirada, pero solo es cuestión de tiempo…





3 comentarios:

Jorge Curinao dijo...

¿Y cuánto hay que volver para dejar de ser?

I. Robledo dijo...

Bella manera de ilustrar con palabras esa bella imagen...

Un abrazo, amiga

Marinel dijo...

A la postre, tendrá que claudicar y enfrentarse a ello...
Cuánto tiempo,¿eh?
Te deseo todo lo mejor.
Besos miles.